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Apple elige a Samsung en lugar de Sony para el sensor de la cámara del iPhone 18

Apple elige a Samsung en lugar de Sony

La alianza se produce en un momento de creciente presión sobre las importaciones de chips a Estados Unidos.

El viernes, el presidente Donald Trump anunció que está considerando imponer un arancel del 100 % a los chips importados, pero empresas con sede en Estados Unidos, como Samsung y Apple, podrían evitar los aumentos. Apple también se ha comprometido a aumentar su inversión en Estados Unidos en 100 000 millones de dólares. La alianza con Samsung forma parte de estos esfuerzos, según 
informó el Financial Times.

Apple elige a Samsung en lugar de Sony para el sensor de la cámara

El acuerdo de Samsung con Apple llega después de que la compañía anunciara su primer chipset con proceso de 2 nm, Exynos 2600. Incluso el muy esperado Snapdragon 8 Elite 2 , cuyo lanzamiento está previsto para septiembre , utilizará chips con proceso de 3 nm.

iPhone 18: Apple rompe con la costumbre, abraza sensores Samsung y enciende la guerra de cámaras

No todas las rupturas duelen. Algunas son un upgrade. Apple llevaba años presumiendo cámaras firmadas por Sony. Hoy, el rumor tiene nombre y apellido: Samsung pondrá sus sensores —fabricados en Austin, Texas— en el iPhone 18. ¿El resultado? Un salto en fotografía móvil con aroma a industria local y músculo tecnológico serio.

Resumen sin anestesia

La jugada es doble: tecnología y estrategia. Tecnología porque hablamos de sensores apilados en tres capas que mejoran rango dinámico, ruido y consumo. Estrategia porque desplazarse a EE. UU. esquiva aranceles gordos y acorta la cadena de suministro. Todo suena a iPhone 18 con cámara más bestia y a un tablero donde Samsung deja de ser “rival” para convertirse en socio en uno de los componentes más sensibles del teléfono.

Hecho clave: el movimiento está respaldado por reportes y comunicados que apuntan a producción en Texas usando una técnica de chips “nunca antes usada en el mundo”, enfocada a sensores stacked de tres capas para la familia iPhone 18. Las fuentes están citadas más abajo en “Fuentes y lecturas”.

La historia contada con filo: de Sony a Samsung (sin sentimentalismos)

Durante más de una década, Sony fue el pulso detrás de la cámara del iPhone. Con ingeniería de primera, sensores Exmor RS y reputación de acero, parecía una alianza “para siempre”. Pero el negocio no cree en los “para siempre”: costos, logística, política comercial y ambición mueven montañas. En 2025, Apple abre la puerta a Samsung y a una forma de fabricar distinta, en casa —bueno, en la casa grande: Estados Unidos—, dejando claro que el futuro de su cámara pasa por la innovación del sensor y por el lugar donde lo haces.

No es un capricho: fabricar sensores en Austin significa menos distancia, más control de calidad, menos riesgo geopolítico, y un mensaje: “si quieres vender millones de teléfonos, empieza por garantizar tus piezas críticas donde puedas respirar sin sobresaltos”.

Tecnología en cristiano: ¿qué es un sensor apilado en tres capas y por qué debería importarte?

Cuando disparas una foto, la luz entra y golpea un sensor. Ese sensor convierte fotones en electricidad y, con magia de ingeniería, en imagen. Un sensor apilado separa en “pisos” (capas) las funciones del chip: capa fotodiodo (recoge luz), capa de lógica (procesa), y capa de memoria o “buffer” (desahoga datos ultrarrápido). ¿Traducción callejera? Más velocidad, menos ruido, más rango dinámico, mejor vídeo y menos calor.

  • Rango dinámico: sacas detalle en cielos quemados y sombras profundas sin que la foto parezca un HDR de caricatura.
  • Ruido: la noche deja de ser grano y empieza a ser textura.
  • Velocidad: ráfagas más largas, menos “rolling shutter”, vídeo más limpio.
  • Eficiencia: mejor batería porque el sensor hace más con menos energía.

“Tres capas apiladas permiten más densidad de píxeles y lectura más rápida, lo que se traduce en fotos con mejor detalle y menos ruido en baja luz”. (Explicación técnica basada en documentación pública y reportes del sector)

Hasta ahora, Sony dominaba esta arquitectura “stacked”. El rumor fuerte es que Samsung fabricará para Apple su propio diseño de tres capas en Texas, con un proceso que la propia Apple describe como inédito en su anuncio industrial. Si esto aterriza en el iPhone 18, no hablamos de un tweak: es un cambio de liga en cómo iPhone captura la realidad.

¿Por qué ahora? Cadena de suministro, aranceles y el GPS del dinero

Empresas gigantes no mueven piezas por inspiración súbita. Mueven piezas cuando sumar tecnología y contabilidad les da ventaja. 2025 trae titulares de aranceles del 100% sobre chips fabricados fuera de EE. UU. y un nuevo empuje para producir más en territorio estadounidense. ¿Quién gana si lleva fábrica en Texas? Samsung. ¿Quién pierde fuelle si produce en Japón? Sony. El mensaje para proveedores es clarísimo: “si quieres estar en la pole, fabrica cerca”.

Apple, por su parte, amplía su programa de manufactura americana con cifras gigantes y una frase que no es ruido de marketing: “tecnología de fabricación de chips que nunca se ha usado antes en el mundo”. Traducido al terreno: capacidad de producir sensores avanzados a escala donde se venden buena parte de los iPhone. Menos fricción. Menos sorpresas. Más margen de maniobra.

¿200 MP en iPhone 18? El rumor que enciende a medio internet (y cómo separar hype de realidad)

La cifra 200 MP seduce, pero conviene ponerle contexto. iPhone saltó a 48 MP con el 14 Pro y desde entonces ha exprimido el binning para entregar 12/24/48 MP con buena calidad. ¿Necesita 200 MP? Depende. Para recorte, impresión y computational zoom, sí: más datos son más fichas para el algoritmo. Para todo lo demás, importa más el tamaño de sensor, la óptica y el procesado que la cuenta de megapíxeles. El rumor de 200 MP viene de fuentes coreanas y análisis de prensa; si Apple lo adopta, será porque tiene sentido fotográfico, no por marketing.

Ventajas de un sensor 200 MP (si Apple lo ejecuta bien)

  • Recorte sin miedo: zoom digital más útil y menos borroso.
  • Super‑resolución: fusionar múltiples subpíxeles para detalles finos.
  • Vídeo con más margen para estabilizar y reencuadrar.
  • Más datos para la IA de fotografía computacional.

Posibles desventajas (si se queda en la cifra)

  • Archivos enormes si no hay compresión y binning inteligentes.
  • Riesgo de ruido si el tamaño de píxel efectivo cae demasiado.
  • Más calor/consumo si la arquitectura no es eficiente.
  • Óptica exigente: 200 MP sin buen lente es como un motor V12 con ruedas de carrito.

En resumen: 200 MP pueden ser oro si llegan con sensor apilado, buen tamaño de fotodiodo, óptica de nivel y procesado. De lo contrario, solo sería un número bonito en la caja.

Evolución de la cámara: del iPhone 13 Pro al iPhone 18 (rumores)

La tabla integra especificaciones públicas de modelos lanzados (13 Pro/14 Pro/15 Pro/16 Pro*) y expectativas/rumores para iPhone 18. *iPhone 16 aún no lanzado a la fecha de publicación; se asume continuidad de 48 MP en el angular principal según tendencia.

ModeloSensor principalArquitecturaNotas de fotografía/vídeo
iPhone 13 Pro12 MP (1/1.65″ aprox.)Stacked de 2 capas (Sony) + OISExcelente noche con Photonic Engine; vídeo ProRes 4K limitado.
iPhone 14 Pro48 MP (quad‑bayer)Stacked (Sony) + binning 4‑en‑124/48 MP, mejor rango dinámico; más detalle en luz diurna.
iPhone 15 Pro48 MP (mejoras sensibles)Stacked (Sony) refinadoVídeo LOG/ProRes más sólido; mejor AF y menos “flare”.
iPhone 16 Pro*48 MP (esperado)Stacked (continuidad Sony)Se esperan ajustes, no revolución (según ciclo histórico).
iPhone 18 (rumores)200 MP (posible) o 48 MP con nuevo stacked 3 capasStacked 3 capas (Samsung, fabricado en Texas)Más rango dinámico, mejor baja luz, ráfagas rápidas, eficiencia energética.

Comparativa orientativa para fotografía móvil. El iPhone 18 está sujeto a cambios hasta la presentación oficial.

¿Qué cambia para ti, usuario? (spoiler: tu álbum, tus redes y tu negocio)

Si te importa la foto que cuenta historias, un sensor apilado de tres capas equivale a un director de fotografía invisible. Menos ruido en esa fiesta con luces imposibles, cielos con textura real sin halos raros, pieles que no parecen de plástico. Para vídeo, significa menos “jello” al mover la cámara, más estabilidad y más margen para editar sin perder nitidez. Para redes, tus reels quedan con detalle fino incluso después de la compresión. Para negocio (creadores, marcas, e‑commerce), es calidad consistente sin cargar equipo extra.

  • Fotos nocturnas con menos grano y más color fiel.
  • Zoom digital más útil (si suben los MP o mejora el remosaico).
  • Vídeo con textura y menos artefactos en paneos.
  • Retratos con recorte más limpio gracias a mejor mapa de profundidad.

Lista rápida: Pros y Contras del movimiento Apple → Samsung (sensores iPhone 18)

Pros

  • Cadena de suministro más corta y localizada (Texas), menos exposición a aranceles.
  • Tecnología de sensor stacked 3 capas con beneficios visibles en foto/vídeo.
  • Competencia: Apple presiona a Sony y obtiene mejores plazos y costos.
  • Potencial de 200 MP para recorte/zoom sin sacrificar detalle (si se acompaña bien).

Contras

  • Riesgo de transición: primeras tandas pueden requerir ajustes de calibración.
  • Rumores inflan expectativas: si el salto es más “eficiencia” que “MP”, habrá decepciones.
  • Coste: manufactura local puede presionar precios si no hay economías de escala.

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Citas técnicas y definiciones útil‑rápidas

Sensor apilado en tres capas: arquitectura donde fotodiodos, lógica y memoria se fabrican en silicio separado y se unen verticalmente. Beneficios: más velocidad de lectura, menor ruido, mejor rango dinámico.

Rango dinámico: capacidad de capturar detalle en zonas muy oscuras y muy brillantes en la misma escena sin perder información.

Rolling shutter: distorsión en vídeo/foto cuando el sensor lee línea a línea; se reduce con lectura más rápida (stacked ayuda).

Pixel binning: técnica que combina varios subpíxeles en uno mayor para mejorar señal/ruido y rango dinámico.

Estrategia empresarial: por qué esta alianza tiene sentido para los tres (Apple, Samsung, consumidores)

Apple gana independencia y músculo local, además de presión competitiva sobre precios y tiempos. Samsung gana negocio premium y prestigio como socio tecnológico del rival más visible del planeta. Tú, consumidor, ganas en calidad fotográfica y en algo que no se nota hasta que falla: resiliencia de cadena de suministro. Si hay sustos globales, tener sensores en Texas es mejor que tenerlos a medio mundo.

En clave de marca, Apple no renuncia a su narrativa: “lo hacemos mejor porque lo hacemos diferente”. Cambia el proveedor, no el discurso. Si el resultado en fotos es consistente con lo prometido, la fiesta está servida.

Tabla: stacked 2 capas vs stacked 3 capas (qué cambia de verdad)

CaracterísticaStacked 2 capas (Sony, generaciones previas)Stacked 3 capas (Samsung para iPhone 18, reportado)
Velocidad de lecturaAltaMuy alta (más líneas por segundo; menos rolling shutter)
Rango dinámicoAltoMás alto por separación de funciones y buffers dedicados
ConsumoOptimizadoMejorado por eficiencia de arquitectura
Potencial de MPLimitado por térmica/lecturaMayor (posibilita sensores de alta densidad con control de ruido)

Preguntas que ya te estás haciendo (y respuestas con cabeza)

¿Llegará a todos los modelos de iPhone 18 o solo a los Pro?

Históricamente, Apple prueba lo nuevo en modelos Pro. Lo razonable es esperar el sensor apilado 3 capas primero en los Pro y, si todo va fino, escalar al resto en ciclos siguientes.

¿200 MP confirmados?

No confirmados oficialmente. Es un rumor sólido en prensa especializada y fuentes de la cadena de suministro. Puede que Apple opte por 48 MP con stack 3 capas y mejoras notables de imagen; o que lance una variante de muy alta resolución pensada para recorte inteligente.

¿Subirá el precio?

La fabricación en EE. UU. tiene costes distintos. Apple puede absorber parte por volumen o trasladar un porcentaje. Hasta keynote, especulación. Lo que sí está claro: si el salto de calidad es real, Apple sabrá defender su ticket.

Fuentes y lecturas (lugares de autoridad donde investigar mas)

La conclusión que no te va a gustar (porque querrás cambiar de iPhone)

El iPhone 18 pinta a punto de inflexión. Si Apple y Samsung aterrizan bien el sensor apilado de tres capas —y si el rumor de la alta resolución se confirma con cabeza—, veremos fotos y vídeos con textura, margen y consistencia de cámara “grande”. Lo interesante no es el número, es la arquitectura y la fabricación cerca. Eso cambia cómo se diseña, prueba, calibra y entrega cada actualización. La cámara deja de ser “un módulo más” y se convierte en ventaja industrial. Y eso, en móviles, es una declaración de guerra.

Tradición y futuro no están peleados. Apple ha respetado la receta de “mejorar sin romper” durante años. Esta vez, rompe para mejorar. Y el resultado —si sale como está sobre la mesa— va a ser la cámara de iPhone más seria que hayamos visto.


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Profundidad técnica: ¿qué implica fabricar sensores de imagen en Texas?

No todos los “hecho en EE. UU.” son iguales. Para que un CMOS Image Sensor (CIS) salga fino, necesitas tres cosas: litografía madura (para la lógica), proceso optimizado para fotorreceptores (para el fotodiodo) y unión híbrida impecable (para apilar capas con pérdidas mínimas). El reporte sobre una técnica “nunca usada en el mundo” sugiere un avance en esa unión: hybrid bonding de alta densidad que reduce resistencia y capacitancia entre capas. ¿Qué ganas? Lectura más rápida a igual consumo, o igual lectura con menos calor. En cámara, eso se traduce en tomas más largas sin “banding” y vídeo con menos artefactos.

La otra clave es el rendimiento por oblea (yield). Al principio, apilar tres capas parece invitar a más fallos. Pero si controlas empaquetado y pruebas en la misma geografía (Texas), la depuración es más rápida. Eso permite iteraciones semanales en vez de trimestrales. Cuando la meta es un iPhone que venderá decenas de millones, esa diferencia es oro puro.

Arquitectura: PD‑TR‑Logic en tres pisos

Variantes como PD‑TR‑Logic (fotodiodo‑transfer‑lógica) separan el área sensible de la electrónica de lectura. La electrónica se hace más “gorda” sin robar luz al píxel; la luz se queda donde debe. Resultado: píxeles más pequeños con menos penalización y píxeles grandes con sobremarcha de rango dinámico. Si Apple decide mantener 48 MP pero con tres capas, puede mejorar la señal‑ruido de forma notable. Si salta a 200 MP, tendrá margen para domar el ruido con binning profundo (16‑en‑1 o dinámico por canal).

Pipeline de imagen: del fotón al JPG/ProRAW/LOG

El camino completo es: lente → filtro de color → fotodiodo → amplificación → conversión A/D → memoria intermedia → ISP/Neural Engine → codificación. El bottleneck ha estado en la lectura y el buffer. Apilar memoria dedicada junto al sensor quita presión al ISP y habilita multi‑frame agresivo sin penalizar batería. Combinado con modelos de IA en el dispositivo, puedes hacer denoise espectral, reconstrucción de textura y super‑resolución en tiempo casi real.

Vídeo: dónde se notará primero

  • Menos rolling shutter: paneos más limpios, líneas rectas sin gelatina.
  • HDR por fotograma: exposición múltiple más estable sin flicker.
  • Ráfagas largas: acción y deportes sin buffer lleno a los pocos segundos.

Timeline probable: de la fundición al keynote

  1. 2025 H2: validación de proceso y primeras obleas en Austin (línea piloto).
  2. 2026 Q1: pre‑serie del sensor (lotes para ingeniería de cámara en Cupertino).
  3. 2026 Q2–Q3: rampa de producción, certificación y EVT/DVT/PVT de iPhone 18.
  4. Septiembre 2026: keynote y lanzamiento comercial (históricamente).

Fechas orientativas basadas en patrones históricos de Apple y ventanas de producción reportadas. El hardware final puede variar hasta la certificación PVT.

Comparativa ampliada: iPhone 13/14/15/16 (esperado) vs iPhone 18 (rumores) en uso real

Escenario13 Pro14 Pro15 Pro16 Pro*18 (rumores)
Noche urbanaBuen control de ruido; contraste algo altoSalto notable con 48 MP + binningMejor textura en sombrasContinuista, ajustes de colorMenos ruido, más detalle micro‑contraste
Retrato interiorRecorte correctoMejor separación de fondoSkintones más establesAF más rápido (esperado)Bokeh natural por mejor mapa de profundidad
Acción/deporteRáfaga buenaRáfaga mejorBuffer decenteSin cambios grandesRáfaga larga + menos rolling
Vídeo 4KEstable; LOG limitadoMejor HDRProRes/LOG más útilesMejor gestión térmicaLectura más rápida, menos artefactos

*iPhone 16 Pro aún no lanzado: se infiere continuidad a 48 MP por ciclo de producto.

Casos de uso reales (donde se notará sin hacer “pixel peeping”)

  • Viajes: cielos complejos y contraluces salen con rango sin halos. Postales que no parecen filtro de app.
  • Eventos: conciertos con iluminación agresiva sin bandas ni parpadeos raros.
  • Contenido UGC: creadores podrán recortar a 1.5–2× sin matar detalle (si suben los MP).
  • E‑commerce: texturas de tela, cuero y metales con microdetalle útil para conversión.
  • Deporte: ráfagas prolongadas para elegir el frame exacto sin desenfoque por lectura lenta.

Riesgos y cómo Apple suele mitigarlos

Riesgo 1: calibración de color/tono. Cambiar de proveedor puede traer “firma” diferente. Apple suele taparlo con perfiles de color estricto y ML entrenado con millones de fotos; espera consistencia.

Riesgo 2: yields iniciales. Tres capas son más complejas. Para eso están los ciclos de EVT/DVT/PVT y la rampa progresiva: si no llega el volumen, escalan gradualmente sin comprometer calidad.

Riesgo 3: expectativas. Si el público espera 200 MP y Apple lanza 48 MP “solo” con mejor rango y ruido, habrá titulares tibios. Pero si las fotos se ven claramente mejores, el mercado responde. La historia se repite.

para lectores que disfrutan del detalle

Imagina que estás en Austin y que el calor te obliga a caminar por la sombra. En un edificio sin letreros enormes, un equipo mira una oblea de silicio como quien observa un eclipse. No celebran solo porque el sensor funciona; celebran porque funciona rápido, con menor ruido y porque lo hace a unos cientos de metros de donde alguien está ajustando el firmware que definirá cómo el iPhone 18 ve el mundo. Ese es el cambio: la distancia entre idea y realidad se acorta drásticamente. Un bug en lectura de línea se corrige en días, no en meses. Un desbalance de color se calibra con el equipo de cámara presente, sin llamadas de madrugada a otra zona horaria. La proximidad es una ventaja que no se puede comprar sin poner una fábrica en el mapa correcto.

La narrativa fácil dirá que Apple “traiciona” a Sony. La realidad empresarial es más aburrida y más contundente: diversificación. Apple rara vez quiere un único proveedor para un componente crítico. Y, si el componente se vuelve además un ícono de su propuesta (la cámara), la diversificación no es una opción, es un seguro. Sony sigue siendo gigantesco en sensores y no va a desaparecer de iPhone de la noche a la mañana. Pero abrir la puerta a Samsung en un sensor crucial cambia la negociación, los tiempos y el ritmo de innovación.

¿Qué obtiene Samsung? Mucho más que facturación. Gana validación de que su System LSI y su fundición pueden fabricar para Apple algo que mirarás todos los días: tus fotos. Una cosa es hacer DRAM; otra, poner tu nombre (aunque no lo veas) en el corazón de la cámara más famosa del planeta. Ese logo invisible pesa toneladas en reputación industrial y arrastra talento, socios y contratos.

Hay también un ángulo cultural: las fotos que definimos como “iPhone‑like” —colores neutros, pieles naturales, claridad sin saturación— son tanto software como hardware. Cambiar el sensor no cambia la identidad si Apple ajusta el pipeline con el mismo gusto. De hecho, un sensor más rápido permite algoritmos menos agresivos. Menos trucos, más física. Expón bien, lee rápido, reduce ruido a nivel de fotón y todo lo demás es refinamiento.

En marketing, los 200 MP son titulares fáciles. En uso real, el titular será otro: consistencia. Que tomes cinco fotos seguidas en un bar y las cinco salgan bien. Que un concierto con luces imposibles no te rompa el HDR. Que el vídeo del cumpleaños del peque no tenga geometrías de gelatina cuando te mueves. Eso es lo que cambia el sensor apilado y, si llega, la densidad de píxeles bien domada.

¿Y la competencia? Curioso equilibrio: Samsung fabrica para sí mismo y para Apple. El incentivo de Samsung para no “regalar” lo último a Apple convive con el incentivo de producir a gran escala para el cliente más exigente. El resultado típico: Apple recibe una versión a medida, no necesariamente la misma que lleva un Galaxy; Samsung reserva experimentos extremos (como 500 MP) para su propia gama y prueba límites sin comprometer lo que entrega a terceros. Todos ganan si la línea en Austin funciona a la primera.

Finalmente, la foto grande: industria local. No se trata solo de evitar aranceles, se trata de construir una cadena de valor que soporte iteración rápida, confidencialidad y resiliencia. La cámara del iPhone no es solo un sensor: es un equipo de óptica, mecánica de estabilización, sellado, electrónica y software trabajando en tándem. Tener una parte crítica al lado de casa no garantiza la perfección, pero reduce el margen del caos.

FAQ extra (para quienes comparan, compran o solo aman la cámara)

¿Seguirán existiendo sensores de Sony en otros módulos?

Es posible. Apple puede combinar proveedores por módulo (gran angular, ultra gran angular, tele). La transición rara vez es binaria. Si el stacked 3 capas arranca en el angular principal, podrían mantenerse módulos secundarios con proveedores previos hasta completar la transición.

¿Qué pasa con RAW/ProRAW?

Un sensor con buffer rápido y lectura eficiente favorece capturas RAW con menos ruido correlacionado, mejor detalle en sombras y más margen para exposición por zonas. Para quien edita en Lightroom o Capture One en móvil, eso es felicidad técnica.

¿Y el enfoque?

Apilar y liberar lógica para PD puede mejorar Dual Pixel AF‑like o láser híbrido más estable. Traducido: menos focus hunting en poca luz y seguimiento más confiable en sujetos que entran y salen del encuadre.

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